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Si eres ciudadano estadounidense y decides renunciar a tu ciudadanía, esto aún puede tener implicaciones tributarias sustanciales para ti. Estados Unidos impone un ‘Impuesto de Salida’ cuando renuncias a tu ciudadanía si cumples con ciertos criterios.
En general, si tienes un patrimonio neto superior a $2 millones, el impuesto de salida se aplicará. Este impuesto se basa en la ganancia inherente (en términos de dólares) en TODOS TUS ACTIVOS (incluida tu vivienda). También se gravarán todas tus compensaciones diferidas, como las pensiones en el momento de la expatriación.
El impuesto de salida también se aplicará, incluso si tu patrimonio neto es inferior a $2 millones, si no has cumplido con tus obligaciones tributarias estadounidenses durante los últimos cinco años. El umbral de $2 millones no se aplicará a ciertos individuos que son ciudadanos duales desde el nacimiento. Pero el impuesto seguirá imponiéndose si no han cumplido con la prueba de cumplimiento tributario de cinco años.
El impuesto de salida también se impone a los titulares de tarjetas verdes que han tenido una tarjeta verde durante 8 de los últimos 15 años (llamados ‘residentes a largo plazo’). ¡Esto significa que los titulares de tarjetas verdes que no han renunciado formalmente a la tarjeta están ‘atrapados’! Siguen sujetos al impuesto sobre la renta de EE. UU. pero no pueden permitirse renunciar a la tarjeta debido al impuesto de salida que tendrán que pagar.